domingo, abril 29, 2007

Series de Posiciones de Pie los viernes


Los viernes, a las 18'30, vamos a iniciar unas series de asanas de Yoga, donde se enlazarán todas las posiciones más habituales de pie a través de Adhomuka Savasana y Urdvamuka Savasana.

Empezaremos de modo progresivo desde primeros de mayo, para realizar en las semanas finales de junio la serie completa, que suele durar entre media hora y 45 minutos. Junto con las salutaciones al sol iniciales y las posiciones restauradoras finales conforman un total de dos horas de clase.

Estas series me las enseñó en lecciones personales mi amigo, el profesor de Yoga, fisioterapeuta y osteópata, el Dr. en biología molecular, Max Gerber, a quien a su vez se la enseñó un senior teacher discípulo de Iyengar.

Podemos garantizar sudor y quizás agujetas. Flexibilidad y fuerza son logros probables.

Requisitos: para participar en estas clases es aconsejable experiencia en el Yoga y un cierto buen tono físico inicial que iremos mejorando durante estos dos meses.

Anímate a participar en esta buena forma de prepararse física y mentalmente para el venidero verano de calor, viajes, vacaciones, sol y playa (o de trabajo, si tu caso es como el mío).


Si quieres leer otro artículo sobre la sesión de los viernes en la YogaSala, pincha aquí.


miércoles, abril 25, 2007

Conchi, profesora de Yoga.

Conchi tal vez sea una de las mejores profesoras de Yoga de España. Y esto también incluyendo profesores. Y aunque Conchi, por cierto, no necesita este reconocimiento, suele decirse que es de ley agradecer a nuestros primeros maestros.

Respecto al agradecimiento, me gusta el estilo indio. La palabra hindi “danevate” (gracias) apenas la he escuchado más que en las megafonías de los aeropuertos. Y no es que los indios sean desagradecidos, sino que agradecen de corazón, pero no a los transmisores del don sino a los dioses directamente.

En el puente colgante de Ram Jula, en Rishikesh, hay un ciego que siempre canturrea una salmodia “Ram, Ram, Ram.” Me gusta ponerle una moneda en su bote de lata por que cuando escucha el tintineo lanza un “Oooom Raaaaam”. Le agradece la moneda a su dios como no podía ser de otro modo. Me encanta.

Hace dos o tres veranos casi nos cruzamos Ignacio y Conchi por un lado y yo por el otro en las calles de Rishikesh. Pero coincidiendo en el espacio y casi en el tiempo no llegamos a encontrarnos. Ya nos habíamos encontrado años antes cuando acudí favorablemente asombrado a mis primeras clases de Yoga.

Me contó luego Conchi que deambulando por los Himalayas un sadhu o santón de las remotas cuevas de las altas montañas, sabiendo que son profesores de Yoga les regaló un vídeo de esta materia. Cuando visionaron la cinta, allí estaba este vuestro servidor realizando asanas entre otros yoguis o aprendices de yoguis en la India. Así está de interconectado el mundo o las almas, o cada alma a través de ese centro que es común a todos. En fin, que es como el Internet, pero sin cables.

Honor a nuestros primeros maestros.

jueves, abril 19, 2007

Yoga Darshana de Rudra Dev, un libro único

El libro Yoga Darshana de Swami Rudra Dev, publicado por la Divine Life Society de Rishikesh, es difícil de encontrar. Hasta su nombre es difícil de encontrar en los buscadores de la web. Agotado y descatalogado quizá pueda hallarse en algunas buenas librerías de viejo de la India. Y no tiene visos de ser reeditado o reimpreso en breve.

Se trata de un libro singular o más bien único, pues su autor no ha publicado ningún otro, por más que de modo verosímil tenga más inéditos en las estanterías de su ashram a orillas del Ganges. No voy a trazar semblanza de este maestro de Yoga porque tampoco sé demasiado de su vida, más que de oídas.

Mismo es raro que un discípulo de Iyengar publique un libro con fotos de numerosas asanas. Todavía más raro es que fuera publicado por la Divine Life Society fundada por Shivananda, de quien también vemos fotos en el interior, algunas realizando asanas. Pese al respeto que le manifiesta el autor, y el reconocimiento que le tributa, no se menciona a Iyengar y sí aparecen, en cambio, los grandes swamis del más famoso ashram de Rishikesh. Hojeando de nuevo Yoga Darshana y viendo a un jovencísimo Rudra en las fotos, pienso que tal vez esto se explique porque, por aquel tiempo, o bien no conocía a Iyengar o bien, viviendo todavía en el ashram de la Divine Life Society de Rishikesh, su relación no era tan estrecha.

Tiene la edición ese típico estilo indio naif que me encanta. Como muestra la ilustración de abajo. Y es, además, en su estilo completamente indio, con la tradicional reverencia a los maestros.

Al abrir una vez más las páginas de este benéfico libro, me invadió la nostalgia del Ganges y me puse a recorrerlo en fotos de satélite de la web Himalayas arriba, que parecía inacabable, se me hizo tarde antes incluso de llegar a las nieves de las cumbres.


[Puedes encontrar más textos sobre Rudra Dev con fotos en Filosofemas de Swamiji .]

domingo, abril 08, 2007

¿Ustedes levitan?


Hace algún tiempo mientras me cortaban el cabello, el peluquero, haciendo honor a la típica (o tópica) elocuencia de su oficio, indagó acerca del mío: “Así que es profesor en un centro de Yoga. ¿Y ustedes levitan?”

Estuve tentado de responderle: “Continuamente. Levitar es la cosa más natural del mundo.”

Es interesante que lo conocido vulgarmente del Yoga, que si la levitación, la inmovilidad, el blanco de la mente, etc. es no sólo poco acorde a la realidad sino incluso contrario a la misma. Al menos desde que yo estudio el Yoga lo que aprendo es precisamente la necesidad de pisar fuerte el suelo, antes que elevarse por los aires.

Respecto a pisar el suelo observo que hay personas que pisan el suelo como si les quemara, y hay quienes pesan en el suelo como si no pudieran despegarse de él. A este respecto lo que propone la práctica del Yoga es precisamente pisar fuertemente el suelo para elevarse hacia el cielo. No estoy hablando en términos metafóricos, sino que es el fundamento mismo del equilibrio en numerosos ejercicios y posiciones yóguicas. Pero, en cualquier caso, como suele ocurrir con la práctica del yoga lo real se convierte también en símbolo. Hay personas que de tanto anelar el cielo no quieren tocar el suelo, y otras que no sólo tienen los pies en la tierra sino casi enterrados. Se pueden aceptar las condiciones terrenales y mismo así elevarse respecto a ellas. Una cosa que me gusta del Yoga que practico y enseño es la importancia del elemento tierra. El suelo y reposarse en él, la confianza en que maternalmente nos acoja, es el principio de la relajación. Y no hablo en metáfora, pues este es el fundamento de las posiciones de relajación. Pero también valga como símbolo.

Tal como también lo afirmaban los antiguos griegos: las personas habitamos el espacio creado entre el suelo y el cielo.



Foto: Ramakrishna ejecuta mudras durante un arrebato místico.

viernes, abril 06, 2007

La llegada de las almas


Me contó Mercedes Higuero que le salió espontáneo como todo lo que pinta. Al terminarlo vio la extrañeza de una marina cuyo horizonte no es rectilíneo y horizontal, como el nombre indica. A mí, al verlo, me recordó a los horizontes marítimos curvos que contemplaba en mi infancia con sorpresa desde los Montes de Málaga, con las cordilleras del Atlas destacándose en lontananza, una curvatura igual a la que les hizo a los antiguos considerar (en contra de lo que vulgarmente suele pensarse) que el mundo era esférico. El título es mío, pues también la imagen sugiere la de los aviones en sus vuelos de aproximación al Aeropuerto de Málaga, entre otros.

Le pedí que me prestara el cuadro para ornar la YogaSala. Y allí está. Si te interesa conocer más acerca de esta pintura, escríbenos.

Recién acabo hoy de terminar un largo artículo “Yoga Interior, Yoga Exterior”, que procuraré publicar impreso antes que en este blog. Sirva como adelanto uno de los párrafos finales, sirva también para ilustrar el óleo de Mercedes, y no viceversa.

Aunque sólo sea como hipótesis o como supuesto teórico, desde el punto de vista espiritual o espiritualista, si las almas llegan a este mundo para habitar un cuerpo, bien sea como oportunidad de liberación (visión oriental) o como cárcel o castigo (visión occidental), es necesario que el alma o espíritu investigue a fondo estas condiciones corporales y terrestres.



martes, abril 03, 2007

Germán


Magnífica velada la del viernes en el círculo de amigos guiados por Germán. Una vuelta de tuerca más en la sorpresa al descubrir en él a un notable intérprete de sus propias composiciones en español, acompañándose a sí mismo de la guitarra.

En los retratos occidentales del chamanismo se pintaba como ingenuo que alguien pretendiera curar el cuerpo de los enfermos a través de la curación de su espíritu. Ahora, visto lo visto y leído lo leído eso me parece precisamente la actitud exacta.

Mi salud mejora a través de rodeos de este tipo. Magnífica sesión de Yoga la que realicé en soledad el domingo en la YogaSala. Así es la práctica de este noble y antiguo arte: procurar ir siempre un poco más allá, no sólo por afán de progreso sino por ganar un nuevo espacio para la salud.

domingo, abril 01, 2007

Manual de Primeros Auxilios para Vidas Destrozadas.

El viernes pasado, día veintinueve de marzo de dos mil siete, parece que más o menos puse punto y final a la aventura de publicar mi libro Manual de Primeros Auxilios para Vidas Destrozadas.

Algunos meses atrás estaba tratando de salir del embrollo administrativo que me había supuesto la publicación de este libro, y tras hacer alguna gestión, estando yo de un humor menos que regular y acordándome del día en que se me ocurrió la idea, se me acercó una señora elegante más o menos de mi promoción para saludarme mientras yo soltaba el candado de mi bicicleta. Quise reconocer en ella alguna compañera del bachillerato, pero nada. Me preguntó si había publicado algún otro libro después de Manual de Primeros Auxilios para Vidas Destrozadas. Cuando pude cerrar la boca del pasmo, volví a abrirla para decirle que todavía no. Me dijo que estaba deseando leer algo más mío. Y se despidió.

Era la primera (y hasta ahora última) vez que alguien me conocía, me reconocía y se me presentaba por causa de este libro del que creo se vendieron aproximadamente unos quinientos o seiscientos ejemplares, que yo sepa. Me recuerda a aquella vez que vino una persona a recibir una clase de Yoga al estudio. Al final de la clase me aclaró que el Yoga no le interesaba pero que había venido para conocer al autor de Zambullida. Me hizo algunas preguntas respecto al libro de poemas que publiqué en el año dos mil. Lo elogió con generosidad y se marchó hasta nunca más.

Algún día contaré más cosas acerca de cómo escribí este libro. La cuestión era que los libros de consejos vitales (llamados de autoayuda) siempre me habían parecido muy pretenciosos. Alguien desde una altura olímpica se dedicaba a dar consejos a los humanos allí abajo. Pretendí escribir un libro donde el autor se diera consejos a si mismo y luego los expusiera al público. Una suerte de auto ironía de los consejos o las sabidurías vitales, ironía que procuraba expresar el título.

Concluido este capítulo que fue la publicación del libro, me parece que si vuelvo a publicar otro libro será o dentro de un plazo largo o de muy distinto modo. Concluyo ya este capítulo habiendo padecido algún desengaño, que agradezco, pues era antes un poco ingenuo acerca del limitado ámbito del intelecto y acerca de ese rompeolas entre el espíritu y el mercado que es el mundillo de los libros. Atrás quedan algunos cientos de ejemplares en algunas cajas que estarán en algún almacén no sé donde. Hay varios sitios en la web donde puedes conseguir Manual de Primeros Auxilios para Vidas Destrozadas. Supongo que se habrán hecho con alguna caja de la distribuidora o de la imprenta. También se puede adquirir aquí y aquí

O, si vives en Málaga o, si de algún modo contactas conmigo, puedes solicitármelo directamente.

Si quieres, puedes leer el libro publicado a modo de bitácora en esta página.

[En la imagen la portada del libro diseñado por Pablo Gallego con ilustración a partir de un óleo de Miguel Gómez Losada.]