jueves, febrero 08, 2007

SEIKYUJI / LA MOREJONA

El sábado 10 de febrero habrá una jornada de zazen, meditación zen, en el templo Zen de Seikyuji o la Morejona, en Morón, Sevilla. Estaba previsto que la dirigiera Raphael Triet pero, según mis noticias, por imprevistos, la dirigirá Alonso Ufano, ambos discípulos de Taisen Deshimaru. En cualquier caso se anuncia que Triet vendrá del 8 al 10 de marzo. Hay más eventos programados que pueden consultarse en:

Templo Zen Seikyuji

Cuando conocí la Morejona en mi primera sesshin (jornadas intensivas de meditación) era un cortijo andaluz de postal, un poco en ruinas y, en consecuencia, permitía sólo unas condiciones de vida o de sesshin bastante austeras. Meditábamos sobre cemento pelado en lo que había sido un antiguo establo. Yo extendía una rebeca sobre el suelo y gracias. Recuerdo ahí en mitad de la humedad y los dolores de rodilla un goterón (de una gotera) me cayó sobre la cabeza y me rodó por la mejilla abajo, como una lágrima del cielo prestada (¿una cursilería?, no, un pequeño satori). Sin agua corriente o luz eléctrica, lavarse, cepillarse los dientes, cualquier actividad que en casa se hace de manera automática, requería un pequeño esfuerzo. Una ducha era un lujo que precisaba ingenio, no sólo el tuyo sino el de los autoencargados y autoresponsables de la organización que habían aupado un bidón de lata sobre un fogón de paellas para calentar el agua. Y encima había que hacer zazen y realizar samu (tareas como barrer, cocinar o fregar los platos). Uno aparcaba los rituales domésticos y entraba en otra concentración, en otro orden de vida que, dicho sea de paso ha seguido gran parte de la humanidad hasta tiempos recientes.

Hoy Seikyuji es un recinto limpio y ordenado que cuenta con un dojo o sala de meditación notable en términos de arquitectura sencilla, materiales y construcción. Con la flamante carpintería, las habitaciones resultan hasta confortables. Los servicios y duchas son los propios para estas instalaciones. La cocina y los talleres permiten un buen trabajo. Se plantaron nuevos árboles alrededor de los edificios y se respetaron y cuidaron los que ya había, sobre todo olivos, que es lo que más abunda en la zona. Podemos añorar los tiemplos austeros de la época pionera, pero ahora, a cambio, disponemos de un verdadero templo Zen, cuya construcción y edificio, por más que puntualmente haya requerido la mano de obra técnica y cualificada de profesionales, ha sido levantada con algo impagable: la dedicación desinteresada de cientos de personas aunadas en este propósito. Esto es lo que ha habido en este trecho: samu.

Me admira Seikyuji y todos los lugares semejantes que existen. Puede ser que por motivos de trabajo, familia o lo que sea no acudamos a ellos las veces que quisiéramos. Pero, personalmente, me gusta saber que hay sitios así. Son, para mí, un refugio de la mente, al que acudo aunque sea en pensamientos cuando estoy en situaciones de mucha tarea y poca tranquilidad. Igual que me gusta saber que hay personas que se afanan en sus meditaciones y en su samu.

Lo interesante del samu, que en sánscrito se llamaría algo así como karma yoga, es que en él prima la atención y la concentración. No es el trabajo por un fruto, por muy benéfico que éste sea, es el trabajo como meditación por sí mismo, por la concentración y la atención que conlleva. Que luego de ahí se aúnen energías que se materializan en un recinto y una organización que permite jornadas, cursos o simplemente un lugar donde pasar un fin de semana de aire puro y meditación me parece un verdadero milagro.

viernes, febrero 02, 2007

¿Es el Yoga algo religioso?

Algo puede serlo, pues en Madhya Pradesh se ha establecido una polémica al respecto. El gobierno de este estado indio estableció la enseñanza y práctica del Yoga en las escuelas públicas. Se le llamaba el programa "Surya Namaskar" (Salutación al Sol). Las religiones minoritarias, o sea, los cristianos y los musulmanes protestaron por considerar este programa contrario a la vital laicidad del estado Indio. Como se sabe, desde la fundación del Estado Indio con Gandhi, el carácter aconfesional de la India es fundamental para preservar la paz en un país donde conviven diversas religiones, lenguas y culturas. Viajando por aquel país en más de una ocasión tuve la oportunidad de ver grandes carteles que rezaban: "Please, be polite: don't speak about religion or politics." Por favor, sea educado, no hable de religión ni política.

Ha intervenido incluso el Tribunal Supremo de allí y ha determinado que la participación en esa enseñanza debe de ser voluntaria, y ausente de himnos o cualquier otra manifestación religiosa. Las autoridades han defendido su posición diciendo que esta fue siempre su voluntad, que fuera una materia aconfesional y no obligatoria.

Puede consultarse esta noticia en:

Indiaenews

Hay una versión en español en:

Prensa Libre

El asunto tiene más miga de lo que aparenta, pues no se trata de un mero malentendido, tal como afirman las autoridades locales. Según estas sólo pretenden mejorar la forma física y la salud de los estudiantes. Y desde luego parece envidiable que en un país se imparta Yoga en las escuelas. Sin embargo no se puede negar que Surya Namaskara, que es una secuencia de posiciones de Yoga, tiene un origen remotamente religioso, por mucho que su presentación como una adoración ritual al Sol, resulte hoy en día incluso cómico. Por otra parte, aunque el Yoga hoy en día está impregnado de la cultura hinduista, resulta arqueológicamente comprobado que su origen es previo a la llegada del Hinduismo a la India. Esta polémica entorno a Surya Namaskar pone las cosas en su sitio: para difundir el Yoga incluso (o precisamente) en India es necesario limpiarla de toda adherencia grupal. De hecho tanto en India como en el extranjero el Yoga es practicado por personas de diferentes confesiones.

Pero todavía podemos profundizar más en el examen de este conflicto recientemente surgido en India. Pues una cosa es la religiosidad y otra la confesionalidad. Algunas personas que han acudido a la YogaSala para interesarse por el Yoga que enseño, me preguntan (con cierta suspicacia) si es algo "religioso", donde la respuesta afirmativa sería un descrédito. Es interesante que los investigaciones arqueológicas también han mostrado que la cultura donde aparecen testimonios de la práctica del Yoga por vez primera, la llamada cultura de Mohenjo-Dharo, nombre de los principales yacimientos, era una cultura de una religiosidad doméstica, carente de grandes templos o siquiera grandes imágenes sagradas. El estudioso del Yoga y la cultura india Plughenda Sina va todavía más lejos, sosteniendo que la "espiritualidad" o "religiosidad" del Yoga ha sido históricamente aconfesional, incluso socialmente una alternativa a la confesión hinduista. En la India, junto con el Budismo, el Yoga era la forma de espiritualidad (¿o religiosidad?) practicada por los kshatrias, la clase gobernante, en pugna contínua con los brahamanes, la clase sacerdotal hinduista.

Hoy por hoy el Yoga en la India no deja de estar tintado por la confesión hindú o por la sikh, lo cual no hace sino demostrar la versatilidad del Yoga y, por su parte, mostrar la devoción india o hinduista. Suelen cantarse oraciones antes, después incluso durante la práctica. Aunque algunos de estos cantos no son devocionales, sino declaraciones de principios y, loas a Patanjali, el gran compilador de la filosofía del Yoga (Plughenda Sina afirma de él que no era hinduista). Es justo y lógico que el Yoga se traslade a Occidente sin estos aderezos locales, y también es justo que en la propia India se presente sin añadidos confesionales que puedan molestar a los de otras confesiones. Queda por ver si estas "otras confesiones" verán con buenos ojos un tipo de espiritualidad (¿o religiosidad?) que no es confesional.

Finalmente el Surya Namaskar de la polémica educativa en Madhya Pradesh tal vez no sea una adoración ritual o devocional al sol, aunque sí quizá vez una comunión cósmica con el sol, o espiritual, o religiosa, o ecológica o lo que se quiera.

Joaquín.




25-01-07 | 11: 00
El yoga será asignatura escolar voluntaria para 300 mil niños indios

Nueva Delhi - Unos 300 mil niños de la región india de Madhya Pradesh, en el centro del país, recibieron hoy por primera vez enseñanza oficial de yoga, que tendrá un carácter voluntario por orden del Alto Tribunal regional tras las protestas de la minoría musulmana.

La enseñanza obligatoria del yoga, una disciplina relacionada con el hinduismo, era una apuesta del Ejecutivo regional para los centros escolares, pero topó con la fuerte oposición de varios colectivos musulmanes, que llegaron a calificar la medida como “inconstitucional” y acudieron a los tribunales.

Tras la decisión ayer de la justicia, miles de niños acudieron hoy, con carácter voluntario, a los centros educativos de decenas de distritos para celebrar la secuencia de diez movimientos conocida como “Surya Namaskar” ("salutación al señor Sol"), que incluye ejercicios respiratorios, informó la agencia india ANI.

En Bhopal, la capital del estado, unos 8 mil pequeños se reunieron voluntariamente en uno de los centros deportivos en presencia del gobernador de la región, Shivraj Singh Chouhan, quien anunció un paquete de medidas para popularizar el yoga, como formación del profesorado o inversión en instalaciones.

“El Gobierno -dijo- está comprometido en concienciar a la gente respecto al yoga, que ayuda a mantener en el cuerpo y la mente en buena salud”.

Sin embargo, mientras Chouhan, que pertenece al partido conservador hindú BJP, pronunciaba su discurso, varios activistas distribuyeron en la puerta panfletos contra la decisión del Gobierno regional y se produjo una manifestación en la ciudad de Seoni.

El acto de hoy fue criticado en días pasados por el ministro de Educación, Narottan Mishra, quien avisó que la celebración del “Surya Namaskar” podría causar la inasistencia a las clases de los alumnos musulmanes. / EFE