jueves, febrero 23, 2012

DE CÓMO EL (ASÍ LLAMADO) MIEDO PUEDE TERMINAR LLEVÁNDONOS A UN LUGAR INESPERADO...Y SEGURO



El pasado domingo 19 de febrero nos citamos para meditar y cantar mantras en YOGASALA. 

Mientras la calle Larios y adyacentes rebosaba gente disfrazada para el carnaval (a medida que subía por la calle hacia Moreno Monroy, más y más me pareció una broma del universo), unoas cuantoas nos fuimos a YOGASALA con el propósito, más o menos, de reunirnos, meditar un ratito, cantar mantras juntoas, y compartir impresiones, opiniones y puntos de vista sobre la (así llamada) crisis.

Personalmente, lo que me movió a acudir a esta iniciativa fue el deseo de aportar mi voz y mi sentir al encuentro musical-meditativo, y compartir con amigoas, conocidoas y desconocidoas un pequeño momento de meditación conjunta con el pensamiento puesto en las personas que, efectivamente, tienen miedo ante la (así llamada) crisis.

Y es que yo no había caído en esto del (así llamado) miedo. Raro viniendo de mi, pues el rasgo principal de mi carácter, según el Eneagrama creado por Claudio Naranjo a partir de las enseñanzas de Gurdjeff, es el miedo, precisamente. Sin embargo, yo ya no tengo miedo por la sencilla razón de que llevo en crisis doce años. Crisis personal, existencial y, por supuesto económica. Así, cuando empezó la (así llamada) crisis y la gente dejó de ganar tanto dinero como antes, yo seguí igual que estaba, es decir, cabreada y sin un duro.

De manera que mi vida apenas cambió. Incluso mejoró porque, en estos años de (así llamada) crisis, he terminado mi formación en Terapia Gestalt, he decidido retomar mi eternamente aparcada formación musical, y he empezado a tomar las riendas de mi vida. De modo que, lejos de empeorar, mi vida ha mejorado.

Sin embargo, me he dado cuenta de que el (así llamado) miedo está muy patente a mi alrededor, me he hecho consciente de él hace bien poco. Yo no tengo miedo porque he tenido todo perdido durante años. Mi situación laboral ha sido tan insegura, y mis ingresos tan exiguos, mi moral tan baja y mi resentimiento tan alto, que al día de hoy dudo que vuelva a vivir con más ansiedad de la que he vivido, a no ser que entremos en escasez de productos básicos (y me refiero a comida y agua potable, y no a todo lo demás que, si bien nos hace la vida más fácil,  no es básico a mi entender). Y aun en esa situación, puede que mi actitud fuera diferente.

En realidad no sé a dónde nos va a llevar esta (así llamada) crisis, y tampoco es que lo piense mucho. Lo que si sé es que hay muchas personas que tienen (así llamado) miedo. Miedo a perder su empleo, su hogar, su seguridad, su forma de vida...
Y ahí es donde la meditación y el canto de mantras en grupo, pueden traer un poco de paz al corazón de las personas que se sienten inseguras ante su propia situación o la situación de la ciudad, del país, del mundo. Meditar cantando, o cantar meditando, calma, nutre, centra, energetiza, suaviza, alegra, airea, acompaña...Compartir momentos de intimidad espiritual hace que nos pongamos en otro plano con respecto a los demás y al mundo. Y cantar mantras en compañía alimenta nuestro anhelo de estar unidoas, de ser unidoas.

Por eso, quizás el (así llamado) miedo nos pueda abrir puertas insospechadas, tras las que la meditación y el canto de mantras puedan, tal vez, darnos una seguridad mucho más auténtica y plena que un empleo o una hipoteca. Meditemos y cantemos todoas juntoas.
OM MANI PADME HUM.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parecen super acertadas tus reflexiones y hasta me ha hecho sonreir comprobar que alguién piensa y dice lo mismo que yo.Te comprendo perfectamente porque a mí me sucede algo parecido a tí. Yo no he disfrutado del esplendor económico y personal de muchos de los que ahora tienen tanto miedo. Por lo tanto no siento miedo ante esta "crisis", no tengo nada que perder.
Pienso que los miedosos en esta etapa pueden dirigir su mirada hacia lo positivo de sus vidas y del pais en que vivimos, que no todo es malo. Y por supuesto meditar para encontrar paz en sus corazones.