Princesa Letizia Ortiz, Yoga.
Como en la Antigua India, el yoga en las casas reales, el raja-yoga. Nos alegramos. El yoga es bueno para todas las personas, sin importar su religión, país, raza o circunstancias sociales... Una auténtica bendición para la humanidad entera. También para tí, que lees estas líneas. Om Chanti, om paz.
http://www.abc.es/estilo/casas-reales/20140201/abci-letizia-ayuda-yoga-201401311621.html
abc
Media tarde. Una figura estilizada desciende de un vehículo
en una elitista urbanización de Madrid. Se trata de Doña Letizia (41
años), que llega puntual a la clase de yoga
que muchas tardes recibe en casa de sus amigos, Silvia Villar Mir y
Javier López Madrid, de una prestigiosa monitora de esta disciplina.
Para hablar de los beneficios del yoga habría que gastar todas las
palabras que caben en esta crónica. Mejora todo y no perjudica nada. Ése sería el mejor resumen de esta disciplina física y mental cuyo
origen proviene de India y que practican millones de personas desde
hace siglos. Relajarse, aumentar la elasticidad, mejorar la respiración y
hasta perder peso. Con el yoga uno puede conseguir aquello que busque.
De ahí cómo se practica en todas su variantes, a todas las edades y sin necesidad de nada más que una colchoneta, ropa cómoda y una técnica adecuada que normalmente enseña un maestro.
La Princesa de Asturias ha demostrado en algunas de sus apariciones ser una ferviente seguidora de la alimentación y la vida sana. Entre sus cuidados físicos figura comprar productos ecológicos y
vigilar muchísimo la dieta que se come en casa, no tanto por adelgazar
sino por eliminar aquellos productos que considere nocivos para la
salud. Esas costumbres son las que también practica con sus hijas,
a las que inculca los valores nutricionales de una alimentación sana y
equilibrada y de ahí que se cuenta la anécdota de cómo la Infanta Leonor
hablaba a su familia en las reuniones familiares de las excelencias de las verduras como antioxidantes.
Por eso la Princesa suele acudir a tiendas de comida ecológica o
herbolarios donde encuentra ciertos productos que no se venden en las
grandes superficies. Y en estos cuidados desde hace un tiempo se incluye
hacer yoga uno o dos días a la semana.
Aunque en Madrid hay centros muy buenos Doña Letizia, lógicamente
buscando la discreción que en gimnasios o salas públicas sería
impensable, lo que hace es acudir al domicilio de un íntimo amigo de Don
Felipe, Javier López Madrid, donde se reúne con su esposa, Silvia
Millar Mir, y dos amigas más para hacer yoga.
Son clases particulares en un ambiente de absoluta
confianza que demuestra cómo la Princesa sí mantiene relación con las
amistades de Don Felipe, ya que al grupo suele unirse también la esposa
de Ricky Fuster, la mexicana Mónica Fernández Navarro. «A Doña Letizia
le encanta y siempre que puede se une a las clases», dice una amiga. Con el yoga y también corriendo por los alrededores de su residencia es como la Princesa se mantiene en forma. Mientras que Don Felipe prefiere el esquí o
la vela, ella encuentra en estas otras modalidades la mejor manera de
encontrarse bien con su cuerpo. Preocupada no sólo por la salud sino
también por la imagen, en esos cuidados se incluyen los trucos de
belleza que como tantas mujeres de hoy se hace cada cierto tiempo.
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