lunes, octubre 15, 2007

Apunte 14, EL MUDRA UNIVERSAL (Cuerpo físico y cuerpo místico en el arte oriental)

Los mudras no sólo son los símbolos o gestos que se hacen con las manos, sino que pueden ser realizados con todo el cuerpo. Los mudras no son exclusivos de oriente sino que están presentes y han sido reatreados en numerosas culturas. Esculturas adoptando mudras hay en la América Precolombina y en la Europa Antigua, pero ha sido en Oriente, particularmente en India donde se los ha estudiado y desarrollado con mayor profundidad.

Hoy en día suele traducirse el término mudra como “gesto”, pero en sánscrito literalmente significa “lo que da la felicidad”. En los antiguos tratados de Yoga suele llamarse asanas a las posiciones sentadas (que es lo que originariamente significa la palabra) y mudras a las otras posiciones, y a algunas posiciones sedentes también. Los mudras son símbolos que se realizan con el curpo para transmitir un mensaje a la mente. Son como iconos. Se podría decir que se trata de un lenguaje corporal espontáneo. Por ejemplo, el campeón eleva los brazos en signo y en manifestación de alegría y victoria. Según los psicólogos, también el niño feliz pinta sus monigotes con los brazos felizmente en alto. Además del mudra consistente en levantar los brazos en la teoría del Yoga se comprende muchos otros que suelen llevar el nombre del objeto cuya cualidad se pretende expresar: el árbol, la montaña, el héroe, el león y, sobre todo, el más célebre: el loto.

Se podría decir entonces que cualquier gesto espontáneo del cuerpo es un mudra. Sin embargo éstos corresponden sólo una determinada gama de posiciones físicas. Al igual que cualquier gesto espontáneo del cuerpo, los mudras son manifestaciones del grado de evolución espiritual de la persona. Pero, al mismo tiempo, estas manifestaciones son o pueden ser una enseñanza que los dioses, los sabios o los visionarios transmiten para que quien los aprenda y realice, pueda comunicar esta evolución a su propia mente. Para lo que al arte en concreto interesa, la simple visión de un mudra transmite ese mensaje.

El más afamado teórico del arte indio, A. K. Coomaraswami consideraba que el arte sagrado indio es o puede ser un Yoga. El fundamento teórico del Yoga respecto a los mudras es el siguiente: la mente mueve al cuerpo, pero también el movimiento del cuerpo y las figuras que adopta mueven la mente.

Se dice que los maestros de meditación Zen pueden o han podido leer en cierto modo el estado mental de los meditadores según sea la postura corporal que adopten.

Un detalle interesante del arte oriental es que sus figuras son muy dinámicas, parecen haber sido retratadas en un momento de su danza. No sólo me refiero a los dioses o patronos de la danza como Shiva Nataraja, sino en general casi todas las figuras parecen estar en danza o, cuanto menos, en movimiento. Incluso las figuras con múltiples extremidades, que suelen interpretarse de maneras diversas, pueden ser observadas como las pinturas del arte europeo contemporáneas que multiplicando brazos y piernas en una figura humana pretendían retratar el movimiento.

Mismo hasta las figuras sedentes como los Budas, en muchas ocasiones presentan un sutil dinamismo, cuando toca con una mano la tierra, poniéndola como testigo de su realización, mientras la otra ha quedado en el gesto de la meditación que le ha conducido hacia la comprensión. O igual con una palma en alto, signo del no miedo, o bien oferente en signo de don.

La danza, aunque pueda ser una manifestación individual, por lo común es un vehículo de expresión ante el público. En las danzas tradicionales de la India y de otros países de Oriente, los bailarines suelen adoptar mudras. La ciencia del Yoga, por su parte, pretende representar una danza sagrada (y en ocasiones inmóvil) donde el objetivo fundamental es la comunicación y comunión de la persona consigo misma, en concreto con el núcleo más esencial, y al tiempo universal, de si misma.


Ilustraciones: Avalokitesvara. Tíbet s. XVII. Posiciones de la danza clásica india.

Este escrito es parte del borrador de la conferencia ofrecida en las II Jornadas de Arte Moderno y Contemporáneo sobre el cuerpo en el arte, organizadas y publicadas por el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira, Sevilla

No hay comentarios: