Me dio que pensar el asunto de las patentes sobre el Yoga. Luego consideré que es el signo de los tiempos, unos tiempos donde hasta uno de los colores elementales como el magenta ha sido patentado. El que algunos nombres célebres del Yoga hayan sido registrados, tampoco desentona en un panorama en que no es extraño que se registren los nombres de los escritores para controlar su uso. Recientemente una célebre frase del Rey de España ha sido registrada como marca. Y para qué hablar de la tecnología donde hasta el doble clic del ratón está patentado. Lo natural tampoco está libre de los registros y patentes, a este respecto ancho es el Amazonas para patentar lo que se quiera en la biodiversidad más grande y provechosa del planeta.
La polémica en cuestión saltó porque había sido patentado el practicar Yoga a unos elevados niveles de calor y humedad. En una ocasión me preguntaron si en nuestra YogaSala practicábamos ese método. “Sin aire acondicionado en Málaga, por sus condiciones metereológicas, ese método se aplica de modo natural desde finales de mayo hasta mediados de septiembre”, respondí.
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