lunes, marzo 16, 2009

01 Desarrollo Sostenible y Técnicas del Bienestar, La alta computación y la cuenta de la vieja.

Fuente: Banco de España

He pedido a mis amigos economistas del campo académico y de la empresa privada, me pasen documentación sobre “Desarrollo Sostenible”.

Decía Lichtemberg que quien sólo sabe de química, no sabe nada de química. Igual cabría decir respecto a la ecología, la salud, la economía o cualquier otro campo. La red nos ha hecho a todos un poco expertos en cualquier cosa. Toda la información al alcance de la mano.

Tengo una edad a la cual ya uno sabe que no las teorías ni los razonamientos complicados sino lo más de sentido común es lo cierto. Era cierto que ninguna guerra, por muy reciente y tecnológica que sea, tiene fundamento. Y es cierto que los modelos económicos anteriores a “La Crisis” han caducado. Lo que más llama la atención del documental de Al Gore “Una Verdad Incómoda” es que se aplica no complicados “modelos” de cálculo, sino básicamente la cuenta de la vieja. De este modo surgen curvas o gráficos de una elocuencia pasmosa.

Respecto a la economía, observo que, aunque se considera cierto la existencia de ciclos, donde la bonanza se alterna con la penuria, de algún modo, pensamos que “lo normal” son las épocas de expansión, durante las cuales actuamos como si la bonanza fuera indefinida. De otro modo no se explicarían situaciones como las que hemos vivido recientemente. Considero que a nuestros abuelos no les hubiera sorprendido la existencia de una crisis deflaccionista. Pero la vida humana es lo suficientemente corta como para que tengamos ocasión de sorprendernos con lo nuevo, que es lo de siempre. No es que hubiera “fraudes” piramidales, sino que (tal vez ese sea el concepto de expansión económica) todo el sistema era una pirámide asentada en el barro de lo imposible de unos que se venden a otros y tonto el último. En pleno auge leí firmado por personalidades reconocidas y solventes que el precio de los inmuebles no cesarían de subir, por la razón de que siempre el precio de todo subía. También leí que toda vez que cada español tuviera uno o varios inmuebles en propiedad, llegarían luego los extranjeros a seguir comprando los miles de edificios que se estaban construyendo, con lo cual el crecimiento y la subida de precios no tendría término. Por cierto que muchas personas consideraron que, razonamientos deductivos aparte, sacando libreta y papel, la suma de los ladrillos + cemento + mano de obra + etc. no costaba lo que se pedía y se condujeron en consecuencia.

Algunos aducen que la crisis no sólo es del ladrillo, igual que la burbuja. Cierto sin duda, pero era su manifestación más palpable. Intentaré jugar un poco a Al Gore y, haciendo la cuenta de la vieja igual que él, procuraré trazar un esquema de lo que hubiera ocurrido de no haber pinchado la burbuja, o sea, si el crecimiento económico no hubiera acabado nunca.

Podríamos reírnos si no fuera porque “La Crisis” con mayúsculas se traduce en crisis individuales de las que oímos a cada rato.


Conferencia: Desarrollo Sostenible y Técnicas del Bienestar, Palacio de Ferias y Congresos, Málaga, 19 de abril, 18'00 horas.

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