Cuando a Cristo le tentó el Diablo, lo hizo proponiéndole riqueza y poder terrenal. Cuando a Buda le tentó Mara, entre otras cosas le propuso: “Una persona tan esclarecida como tú, ¿por qué no utiliza su sabiduría para crear riqueza con la que hacer felices a las personas?”
El Buda dijo: “Aunque yo creara una montaña de oro tan grande como el monte Meru (algo así como decir Los Himalayas), eso no sería suficiente para hacer feliz a una sola persona”
Esta frase del Buda podría ser planteada como la clave no sólo de la comprensión de la Humanidad, pero más concretamente de la economía de mercado. Las personas se enriquecen y consumen, pero nunca parecen tener suficiente. En el plano medioambiental no deja de ser un peligro. Hasta ahora, en la mentalidad de los economistas clásicos, el mundo entero es como un pastel que si puede consumirse se consume. (aquí alguna documentación sobre el asunto de LOS LÍMITES NATURALES AL CRECIMIENTO)
Si hay, se gasta. Aunque sea sólo por el simple hecho de aprovechar la oportunidad. Aunque sólo sea por hacer gasto. Es la mentalidad de Buffet Libre. Por ejemplo, las autoridades municipales de Málaga y regionales de Andalucía después de años de concienciación de ahorro en materia de agua, ahora que ha llovido un poco más, animan a la población a gastar más agua. Tal como ocurrió en el año 1995, como recoge el mismo comunicado de la compañía. Dice que a los ciudadanos (¿o tenemos que llamarlos ahora "consumidores"?) les cuesta trabajo “volver a la normalidad”. Cuando una vez más deje de llover, cosa que seguro sucederá, volverán a pedir que se gaste menos agua, se propondrán contaminantes desaladoras. La población vive feliz gastando menos agua, pero como las autoridades necesitan recaudar más dinero, como si se tratara de cualquier empresa multinacional, animan al gasto de recursos ecológicos. Lo más curioso del caso es que nadie denuncia la proclama de las autoridades que precisamente tienen que velar por la preservación del medio ambiente.
Mi cuñado decía que el término francés “a volonté (por ejemplo, como de algunos restaurantes de París que anuncia “mousse au chocolat a volonté”) que suele traducirse como “a voluntad” en realidad debería traducirse en español como “a reventar”.
Los comercios ofrecen descuentos si en vez de llevarte un producto (o sea lo que necesitas) te llevas dos o tres, que no necesitas, pero que compras si es un chollo.
El carácter sostenible y respetuoso con el medio ambiente de una economía se basa en dos ejes: el de la producción y el del consumo. Y estos dos ejes, a su vez tienen su fundamento en la psicología.
Desde que me comprometí a ofrecer esta conferencia sobre “Desarrollo sostenible y técnicas del bienestar” he tenido ocasión de leer cuantiosos datos y argumentos sobre estos asuntos de economía y ecología. Hasta entonces vivía más o menos feliz.
He observado que muchos de los estudios se detienen justo en el momento de estudiar la primera causa de la sobre explotación de recursos: la psicología. Es necesaria una psicología económica o incluso ecológica. Aunque hay algunos precedentes.
Hay una pregunta que suele asaltarnos con frecuencia, si una persona adinerada ya tiene suficiente para sí (tiene más de lo que puede gastar) y para dos o tres generaciones más, cómo es que todavía se afana en ganar más y más.
La respuesta puede estar en la crítica que Lacan hace de las teorías de Marx: Aunque algo vislumbran, luego ignoran lo que Lacan llamó “el goce de la plusvalía” o el plus de goce. No es tanto que la persona nunca tenga suficiente dinero para ser feliz, sino que, de algún modo el acumular más y más, le aporta un gusto o goce. Es lo que en términos moralistas se llamaría "avaricia".
Mañana: ¿Cómo ser feliz sin depredar el Medio Ambiente?
Desarrollo Sostenible y Técnicas del Bienestar, a celebrarse en el Palacio de Ferias y Congresos, en Málaga, el 19 de abril, a las 18'00 horas.
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