Hola, Joaquín.
Quiero compartir contigo algunas reflexiones tras la experiencia del fin de semana.
Pensaba que lo verdaderamente importante era encontrar un buen maestr@, profesor@ de quien extraer todo el conocimiento posible. Es como buscar el billete de lotería ganador, te puedes llevar toda la vida persiguiendo algo que quizá no exista o no llegue. Ahora veo que estar en el yoga es permanecer receptivo al aprendizaje de una manera más completa, puede darse en cualquier momento y en cualquier lugar, más allá de las clases o la práctica personal, porque somos una cadena en la que todos damos y recibimos. Viéndolo así, el horizonte del yoga se extiende mucho más allá de la esterilla.
Ayer por la tarde estaba sentada en la sala de espera del pediatra con mi hijo. Tengo la costumbre de observar a la gente, el lenguaje gestual, la estructura del cuerpo. En el mostrador de citas había una pareja, yo estaba observando la pronunciada cifosis dorsal del marido cuando de entre sus piernas emergió la graciosa cara de su hija (una chinita preciosa) que empleando las largas piernas de su padre a modo de columna no paraba de moverse, haciendo espontáneamente inclinaciones laterales y torsiones a un lado y otro. Luego salió de su escondite paterno y en medio del pasillo adoptó la postura del perro cabeza abajo, con una naturalidad y fluidez que ya querríamos más de uno.
Qué gran maestra, sin encender incienso ni velas, sin esterilla ni bloques de madera, me dió una lección de naturalidad y sencillez. Lástima que, seguramente, la "buena educación", le haga olvidar todo ese saber innato.
En fin, que la lección se muestra ante nuestros ojos en las situaciones más elementales, aunque no siempre seamos capaces de percibirlo.
Creo que la vivencia de este fin de semana, realmente rica a todos los niveles, me ha ayudado a ver un poco más allá.
Un abrazo a todos y hasta la vista.
Teresa.
Hola, Teresa.
Para los participantes con quienes he hablado y para nosotros este ha sido un fin de semana yóguico especial.
Me parece que lo expresas bien en tu correo.
Considero que el objetivo es de que cada cual conecte con la fuente de su sabiduría interior, llámese intuición, que aflora y se pule en contacto con el mundo que le rodea, sobre todo con la parte humana de ese mundo que nos rodea, o sea, las personas con quienes covivimos.
Es lo que procuro hacer en mi práctica personal y es lo que procuro transmitir a otras personas.
Considera el yoga un buen instrumento para conectar con la propia esencia de sabiduría y bondad que reside en cada cual, también para sentirse mejor.
Gracias, de nuevo, por vuestra participación en el curso y por este correo que suscita nuevas reflexiones.
Joaquín.
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