jueves, diciembre 30, 2010

UN BUEN AÑO SEGÚN SE MIRE

Hace poco estaba almorzando en un restaurante, cuando leí colgado en la pared un lema que acompañaba la foto de un paisaje nocturno en la Sierra de las Nieves:

“Si lloras porque has perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”.

La frase es de Rabindranath Tagore, probablemente traducida por Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí.

Por mucho que conociéramos la frase viene bien el memento:

Sin duda son muchas las inadecuaciones y deficiencias, tantas como nuestras aversiones o deseos, que diría Buda, pero son más los motivos de agradecimiento. 2010 o este año que comienza y los que han sido o siguen, nos traen todos algún motivo o muchos para estar agradecidos.

Tengo tantas cosas que agradecer que se me pueden saltar las lágrimas (de puro agradecimiento) y no sé si me dejarán ver las estrellas que hablaba Tagore.

En particular agradezco la posibilidad de practicar yoga y meditación. Cada vez que comienza una nueva y buena sesión de yoga, mi sentimiento es de gratitud. En la YogaSala las condiciones son adecuadas para la práctica, con su espacio y con su luz. También agradezco la posibilidad de que la YogaSala hospede otras actividades beneficiosas, con casi plena ocupación de tiempo y de espacio.

Ahora en estas fechas, por circunstancias, me toca practicar con el runrún de la radio del abuelo (sin duda, las circunstancias no son siempre las mejores). Cabeza abajo o en difícil y esforzado equilibrio sobre una pierna escucho, con ocasión de las fiestas, cómo los anuncios radiofónicos aconsejan la cornucopia de los supermercados o impresionantes cuchipandas con barra libre, por un lado, y por el otro, fármacos para adelgazar o costosos tratamientos médicos para curarse de esto o aquello. Parece un chiste, pero la realidad a veces es así.

Gracias al equilibrio, la alegría, la luz, la salud y la mesura del yoga, y a todos y todo lo que lo hace posible.

A todos las personas que frecuentáis la YogaSala
y a todos que en el blog o redes sociales leáis este texto:

Feliz 2011, un buen año de yoga.

Joaquín.

Yoga en Málaga entre fiestas.

Fines de Semana de Yoga, Málaga.2011, mayo. junio


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2 comentarios:

Leles dijo...

Me gusta lo que dices, Joaquín. Si, desde luego que hay que estar más que agradecido. ¡Tenemos tanta riqueza!
Y otra vez sí: hay una luz y una atmósfera preciosas en Yoga Sala. Es muy difícil que no ocurriera esto, habiendo tan buen rollo como el que llevan las personas que frecuentan el lugar.

Quique dijo...

Gracias Joaquín.
Mi experiencia de vida este año que ha pasado comenzó y terminó sin que pudiera estar presente (en cuerpo) con vosotros en Yogasala, pero afortunadamente un año que empezó "de culo" ha terminado con un proceso de sanación y purificación al cual no solo la cirujía ha contribuido.
Yo también siento el agradecimiento a mi propio cuerpo por su capacidad de respuesta y a todos aquellos que me habeis mandado esa energía sanadora.
Mañana lunes comienzo mi 2011 de yoga. Gracias a todos por compartirlo.