martes, febrero 22, 2011

La libertad de la responsabilidad

Vivimos la vida con el prisma de la culpa. Siempre hay alguien, algo o nosotros mismos que tenemos o tienen la “culpa” de las circunstancias de nuestra vida ¿no es así? Si pones la televisión y ves cualquier serie o película escucharás conversaciones que contienen la siguiente frase “si no hubiera sido por mi culpa”. En tu caso ¿Cómo culpas o te culpas en tu vida diaria? Puedes utilizar diferentes frases como “no me deja avanzar” “me asfixia” “lo he vuelto a hacer” “no sé cómo pude hacer esto o aquello”

Este modelo aprendido y bastante arcaico nos limita de tal manera que no podemos avanzar porque no tenemos poder, ponemos siempre el poder en el otro o lo otro. No podemos manejar nuestras vidas porque nos cargamos de culpa por nuestras acciones hacia otros o estamos invalidados porque alguien nos hace o hizo algo.

Vayamos por partes. Podemos estar en el lugar de la victima. Te ayudo a identificarte ahí ¿te repites la frase por qué a mi? Entonces estás en la victima. Por otro lado también puedes estar en el lado del mártir que sería algo así como ¿por qué no me dejan? En cualquier caso da igual que te manejes en un modelo u otro, lo que comparten es que no te dejan crecer siempre estás atado. La culpa te ata al pasado.

No pongo en duda que durante nuestras vidas tenemos situaciones complicadas que no sabemos como manejar porque nos desbordan, pero aún así, te invito a que de las situaciones saques otra mirada, para de esta manera, recuperar tu poder y tomar las decisiones que marquen tu vida desde un lugar de tranquilidad y no desde un lugar sin elección. Este lugar es el de la responsabilidad.

¿Cómo podemos hacer eso? Bien, pues en vez de repetirnos las frases anteriores de la victima o el mártir cambiemos la mirada hacia la persona responsable que asume corresponsabilidad en las situaciones que pasan en nuestras vidas. Por ejemplo, nuestra pareja nos ha sido infiel y podemos decirnos “¿por qué a mi? “ “siempre me pasa lo mismo”

Pero qué te parece decirte ¿qué puedo aprender de esto? ¿qué he hecho yo para llegar hasta este lugar? No se trata de cargarte de culpa (de nuevo estarías sin poder) sino de ver que has llegado a este lugar de la mano de otra u otras personas nadie tu obligó fuiste tú aunque fuera por tus circunstancias pero fuiste tú, así que puedes deshacer eso; puedes volver atrás y la siguiente vez puede que no vayas a ese mismo lugar. También es cierto que llegamos muchas veces a este lugar por creencias, por apegos, por no querer ver la verdad. Sea lo que sea todo en la vida lo hacemos acompañados de otras personas así que las cosas no pasan sólo por ti SIEMPRE hay alguien más y el peso de las consecuencias de las decisiones que tomamos en la vida no es sólo tuyo sino de otro también. Así que qué tal crear movimiento en tu vida, ver la responsabilidad y, no la culpa, de tus acciones y desde ahí ser consecuente y tomar acciones para que no pase algo similar. Y sobre todo soltar lastre, soltarlo

Una vez que meto mayor conciencia a mis acciones, poco a poco veré qué me está llevando allí y viendo esto ya empezamos a tomar responsabilidad y dejamos a su vez, de ir por la vida lanzando mensajes de culpabilidad. Esa responsabilidad podría manifestarse tomando acciones para que la siguiente vez que me encuentre en una situación similar tomar una decisión algo diferente y probar qué resultado tiene. Puede tener uno u otro resultado, no importa. Lo importante es que tú veas que tienes más poder del que imaginas. Ver que la vida finalmente es un juego con infinitas posibilidades y que TÚ DECIDES qué camino tomas.
Gemma Martín Naranjo
COACHING PERSONAL Y GESTIÓN DEL CAMBIO
Tel. 647 84 84 24

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