Seguir creciendo. Ésto nos une a la acción terapéutica de la esencia de Bach, Sweet Chestnut (Castaño dulce), extraída de las flores de éste árbol.
Determinadas situaciones pueden llevarnos a estados de angustia extrema y la recuperación del equilibrio requiere de un aprendizaje en el que la comprensión y la intuición han de estar unidas. Son muchas las personas que, tras incorporar de manera consciente las experiencias derivadas de una situación difícil, han cambiado el rumbo de sus vidas.
Sweet Chestnut es una esencia que calma la tristeza y proporciona el sosiego necesario para extraer algo positivo de una situación crítica. En el fruto de este árbol queda bien reflejado, las dulces castañas se esconden en el interior de una cubierta espinosa.
A nivel espiritual, el estado de Sweet Chestnut, se relaciona con la angustia existencial. La personalidad quiere defenderse contra un decisivo cambio interior. El ego debe morir simbólicamente, tocar fondo, para renacer de sus cenizas transformado. Es la noche oscura del alma descrita por San Juan de la Cruz.
Se trata de una oportunidad de empezar desde otro lugar, desde una posición más receptiva a los dictados del alma. Sea la angustia procedente de un estado circunstancial o existencial, se plantea la necesidad de un cambio en los sistemas de creencias. La esencia de Sweet Chestnut nos ayuda a transitar adecuadamente por estos momentos, dulcificando el camino.
Como nos enseña nuestro sabio Castaño Santo, seguir creciendo; echando nuevas raíces, ganando fuerza en el tronco, reorientando las ramas hacia el sol, produciendo nuevos frutos.
Isabel Clavero
1 comentario:
Gracias Isa, por tan sencillo y bonito comentario sobre el Sweet Chestnut. Qué bueno que en Yogasala disfrutemos tanto con nuestro trabajo, se te nota a leguas. Un abrazo.
Isa Martínez.
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