Un amigo me ha enviado este vídeo sobre el superconsumo, y no he podido evitar escribir unos comentarios.
Casi
siempre los hombres han comido carne de animales como parte más o menos
importante de su dieta. Los pueblos cazadores antiguos establecían una
relación de respeto con los animales que cazaban. Eran conscientes de
que estaban quitando una vida, e intentaban ofrecer algo a cambio: de
ahí el significado del sacrificio.
Sin embargo, nunca en la historia de la humanidad se había comido carne o pescado todos los días.
Esto implica la cría de animales en formato “industria”, como podemos
ver en este vídeo. No estoy en contra de que la gente coma carne, sino
de que se prive a los animales de su dignidad de animal. En la industria
cárnica, los animales son tratados como vegetales —y podríamos decir
que, en la industria agrícola, los vegetales son tratados como
minerales—. Esta degradación del estatus de los animales es lo que me
parece más grave de todo este proceso. Los animales son considerados
como cosas exclusivamente al servicio del hombre, para carne o para
experimentación médica o cosmética, sin ningún derecho ni dignidad
(mientras que, por el otro lado, los animales de compañía son tratados y
mimados como personas hasta extremos ridículos).
Por
eso (digo esto a sabiendas de que muchos de vosotros no estaréis de
acuerdo), a pesar de ser personalmente vegetariano y de vivir en un país
donde se otorga un gran respeto a los toros y vacas, no estoy en contra
de la fiesta de los toros (que nunca veo); no al menos mientras siga en
marcha la industria de la carne. El toro al menos es tratado como un
animal, y su muerte tiene la dignidad de una muerte de animal. Mientras
que la industria de la carne es muy “higiénica”, es casi invisible, pero
quita toda sacralidad a la vida.
En
la India, se calcula que aproximadamente un 30% de la población es
vegetariana. Los que no lo son tienen también una dieta
predominantemente vegetariana, si bien el desarrollo económico ha
aumentado mucho el consumo de carne, y hoy en día ya existan granjas
industriales (aunque seguramente con una tecnología mucho más cutre).
Para los que quieran saber más sobre el tema de la ganadería industrial, recomiendo el libro “Comer animales” de Jonathan Safran Foer, Seix Barral, 2011.
De este libro saco estos datos:
“La ganadería
industrial realiza una contribución al calentamiento global que es un
40% mayor que la de todo el sector del transporte junto, lo que la
convierte en la responsable número uno del cambio climático”. (p. 57)
“Casi un tercio de la superficie terrestre del planeta se dedica al ganado”. (p. 187)
“El enviado especial de Naciones Unidas calificó de
‘crimen contra la humanidad’ convertir 100 millones de toneladas de
grano y maíz en etanol mientras casi mil millones de personas muere de
hambre. ... ¿qué clase de crimen comete la ganadería industrial, que usa
756 millones de toneladas de grano y maíz al año, mucho más de lo que
sería necesario para alimentar a los 1,4 mil millones de seres humanos
que actualmente viven en condiciones de extrema pobreza? (p. 261)
Actualmente,
los productos animales siguen siendo sólo el 16% de la dieta china,
pero los animales de granja suponen más del 50% del consumo chino de
agua...” (p. 323)
¡Bueno, pido perdón a los que comen carne por haberles amargado su próximo plato!
Álvaro Enterría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario