He estado ojeando el libro del Dalai Lama Los tres aspectos esenciales del camino (Ediciones i). Como siempre me ha encantado esa simplicidad del budismo tibetano, la obediencia al ritual en este caso del discurso, de recordar las motivaciones, los obstáculos y la superación de los mismos. Pero, pese a figurar como doctrinas centenarias o milenarias, desborda la escolástica para apuntar hacia una certeza profunda.
He comprobado que me siguen conmoviendo esas verdades tantas veces leídas. Entresaco esta cita:
“Así, la mente por naturaleza es luz clara, y las impurezas o el engaño son cualidades temporales y accidentales. Esto quiere decir que por medio de la práctica y del cultivo de las cualidades virtuosas podemos transformar positivamente nuestra mente.”
En una encuesta encargada por el prestigioso semanario “Der Spiegel” en la propia Alemania, patria del actual Papa, Ratzinger, el actual Dalai Lama ha resultado ser más popular que Benedicto VI. 44 % contra 42% designan más al Dalai Lama como ejemplo o modelo moral.
Dalai Lama populärer als Papst Benedikt XVI.
No me extraña el buen concepto que se tiene del gran dirigente y maestro tibetano. Tras la charla en Central Park de Nueva York, alguien del público le preguntó : "¿Por qué no luchó usted contra los chinos". Tenzin Gyatso respondió: "Bien, vosotros sabéis que la guerra es algo obsoleto. Desde luego que la mente puede racionalizar que lo mejor es pelear, pero el corazón nunca lo entendería. Entonces habría una división entre el corazón y la mente, y la guerra tendría lugar dentro de nosotros".
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