Por Andreas Moritz
(Traducción al español del artículo http://www.ener-chi.com/we-are-not-superior-to-animals/ )
(Traducción al español del artículo http://www.ener-chi.com/we-are-not-superior-to-animals/ )
Explotación de animales por humanos
Ninguna de las especies de esta Tierra se supone que haya de actuar con superioridad hacia las demás.
La explotación, en cualquiera de sus formas, puede traer beneficios
a corto plazo, pero a la larga lleva a perder. La explotación de
seres humanos o animales refleja pérdida de poder y libertad para
ambos, explotador y explotado. Hemos entrado en una época en que
cada acción que no sirva al más alto interés de todos los
implicados, y eso incluye a cada persona y animal de este planeta,
tiene consecuencias negativas inmediatamente. Aquellos que explotan a
los animales y aquellos que se los comen, o a lo que producen, están
ahora avanzando en el camino de la auto-aniquilación (de sus cuerpos
físicos) a través de la enfermedad. Esto no significa que comer
carne sea incorrecto, igual que que no significa que conducir
nuestros coches a base de combustibles fósiles sea incorrecto. Lo
que estoy diciendo es necesitamos abrir los ojos a las oportunidades
del cambio, oportunidades que corresponden a nuevo nivel de energía
que nos espera para ser descubierta y utilizada para la mejora de
todas las criaturas vivientes de la Tierra. Tal vez, la relación más
compleja de los humanos con el reino animal, sea la que existe entre
el ser humano y las vacas.
Nuestras sociedades son básicamente
mudas y sordas con respecto a la relación con las vacas. Es
puramente interesada. Las vacas se han convertido en “máquinas de
carne” que nos proveen con nuestro “pan de cada día”. Hemos
llegado a la conclusión de que esta debe ser la razón por la que
ellas existen. La verdad, sin embargo, es que ellas están aquí para
simbolizar y manifestar las frecuencias del amor incondicional, el
cuidado, los principios femeninos de nuestra naturaleza más interna
del dar. También nos reflejan cuán débiles y vulnerables nos hemos
vuelto al hacernos tan dependientes de ellas para nuestro sustento y
supervivencia.
La explotación de billones de granjas
de animales por su carne y leche se ha convertido en un negocio tan
lucrativo y aceptado en le Tierra, que incluso la tala de los bosques
pluviales de la Tierra para hacer espacio para pastos de ganado está
legalizado y bendecido por los gobiernos. Claro que los gobiernos son
solo espejos de la conciencia colectiva de la gente. La rápida
destrucción del planeta y sus especies es parte de lo que nos
hacemos a nosotros mismos, y aunque parezca tan sin sentido y
despilfarrador, sirve como llamada de último minuto a todo aquel que
escoja el amor sobre el miedo.
Las vacas, son
con mucho, nuestras iguales. Sólo porque no compartamos el mismo
lenguaje, no significa que sean seres sin conciencia. ¿Podemos
realmente ser tan arrogantes como para creer que los animales no
piensan o tienen sentimientos propios? Sus Seres Superiores no son
menos desarrollados que los nuestros. La realidad es que, su conexión
con las dimensiones superiores es normalmente mucho más abierta que
la nuestra porque no tienen mucha más opción que aceptar quienes
son en cada momento. Debido a su alto estado de
conciencia, por amor a la humanidad y la Tierra, las vacas han
aceptado incluso siglos de abuso y explotación de carne y leche por
los seres humanos. Ahora ya no sigue siendo aceptable para ninguna
especie, incluyendo las vacas, ser utilizado en contra de su
voluntad.
La leche se está cortando
Las vacas no fueron pensadas para
proporcionar leche para nadie más que a sus propios hijos. Después
de un cierto período de tiempo, el hijo de una vaca (que es lo que
es), naturalmente, comienza a abandonar la leche y en su lugar se
basa en los alimentos sólidos. Al igual que los bebés humanos, los
terneros son destetados de la leche y los pechos o las ubres de la
vaca se "secan" hasta que de nuevo se llenan en respuesta al
nacimiento de nuevos hijos. Hoy en día, las vacas se ven obligadas a
dar muchas veces más leche al día que es natural para ellas. Las
vacas son mantenidas forzosamente preñadas para mantener alta la
producción de leche. El abuso constante de sus órganos
reproductivos da como resultado enfermedad. Ellas reciben
antibióticos y hormonas de crecimiento para acelerar aún más el
crecimiento y la producción de leche, estresando todos los órganos
y sistemas más allá de su resistencia. Cuando dan a luz,
normalmente se llevan lejos a sus hijos y son criados para carne y
sacrificados antes de haber tenido la oportunidad de experimentar el
mundo. Los seres humanos rara vez, o tal vez nunca, notan el trauma
emocional que la madre y el hijo experimentan a causa de todo esto.
La
leche de vaca es para las vacas y sólo para las vacas, al igual que
la leche humana está destinada sólo para los seres humanos. La
calidad de la leche de la madre es diferente, en cada especie
diferentes de animal. Cada tipo de leche se ha diseñado
específicamente durante el curso de millones de años de evolución
para exactamente ese tipo de animal. Por ejemplo, la leche de vaca se
compone de, relativamente grandes cantidades de proteínas y de
calcio bruto, mientras que la leche humana casi no tiene proteína y
muy poco calcio. Si le das leche humana a un becerro, morirá
rápidamente debido a la falta de proteínas y huesos débiles. Si le
da la leche de vaca a un bebé humano, puede desarrollar colitis,
hinchazón, alergias, infecciones de oído y de garganta, etc en las
primeras etapas de desarrollo, y acumulación de proteínas en las
paredes de los vasos sanguíneos, huesos calcificados y quebradizos,
obesidad, artritis y la diabetes, cáncer, enfermedades del corazón,
etc, en las etapas posteriores de la vida.
Antes
de que se usaran las vacas por motivos comerciales su leche era menos
tóxica de lo que es hoy. En algunos países, las vacas eran
considerados animales sagrados y su leche se utilizó con fines
sacramentales solamente. Las vacas fueron tradicionalmente honrados y
cuidados. Eran cepilladas, limpiadas y adornadas. Aquellos que
mantenían vacas sabían que para que su leche fuera nutritiva tenían
que ocuparse verdaderamente de ellas. Cuando las vacas se sentían
amadas y apreciadas, la leche que producían era apta para el consumo
humano en pequeñas cantidades.
Energía e
Información son los únicos componentes de todo en el Universo.
Cualquiera que sea la energía y la información que entra en algo,
esa es la energía y la información que va a emerger de nuevo. La
forma en que nuestras vacas son tratadas hoy en día y la razón que
hay detrás de mantenerlas como animales de granja ha convertido a la
leche, de ser una fuente de alegría, inspiración y nutrición, a
una fuente de destrucción. Ya no queda nada del lazo sagrado entre
humanos y vacas. La conexión ha sido cortada. A causa de esto, la
leche que forzamos a las vacas a producir está cargada con los
elementos destructivos de la conciencia colectiva humana.
¿No es irónico que
la leche, que solía ser un símbolo de amor y nutrición, se haya
tornado una de las principales causas de enfermedad en el planeta? La
leche se ha vuelto venenosa para nosotros no porque las vacas quieran
matarnos. Ellas simplemente pasan a la leche las energías
destructivas que reciben de la especie humana. Las especies altamente
evolucionadas, aquellas que tienen una conexión perfecta con los
reinos superiores, nunca se quejan o devuelven el golpe cuando son
heridas o torturadas. No nos juzgan cuando las destruímos, porque
saben que sólo nos estamos destruyendo a nosotros mismos. Se puede
dar una patada a una roca si se siente rabia por algo, pero la roca
no va a patear de vuelta; sabe que se está sólo haciendo daño a sí
mismo por esta acción. La mayor parte de la naturaleza es así. La
escasa y dañina calidad de la leche producida por nuestras vacas
simplemente refleja como nos tratamos a nosotros mismos.
La leche de hoy en
día no está sólo llena de hormonas sintéticas, pus, antibióticos,
y químicos añadidos, sino tambíen con las hormonas del dolor y el
miedo producidas por las vacas debido a la falta de amor y afecto que
sufren, y la pérdida de sus niños. Cuando ingerimos la leche, estas
vibraciones de dolor, miedo y angustia se vuelven parte de nuestro
cuerpo, mente y alma.
Este es un extracto del libro de Andreas Mortiz "Rasgar el velo de la dualidad"
Traducido por Manuel Cátedra, artículo original publicado en http://www.ener-chi.com/we-are-not-superior-to-animals/
2 comentarios:
Gracias, Manuel por tu entrada al blog. Esperamos tu próxima colaboración respecto a tu experiencia con MMS en Brasil. Un abrazo y siguie disfrutando de ese paraíso.
Joaquín G Weil.
Gracias Manuel!!! Es super interesante!!!!! Bss
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