Según
la Medicina Tradicional, China la capacidad de reproducirse depende de que la Esencia
heredada sea lo bastante fuerte y de que en los meridianos Chong Mai (meridiano del útero)
y Ren Mai (meridiano de la concepción) la energía fluya sin obstrucciones y con
armonía. La Esencia heredada es sustentada por la que procede del alimento y
estas deben ser lo suficientemente fuertes para producir óvulos y
espermatozoides de calidad. En una persona demasiado delgada la Esencia posiblemente será débil, lo que puede afectar su capacidad de reproducción.
Por otro lado en una persona obesa o con una dieta inapropiada, los meridianos
Chong Mai y Ren Mai tienden a obstruirse por la Flema lo cual dificulta la reproducción.
Luego, parece que desde el punto de vista de la Medicina Tradicional China (MTC)
el peso corporal importa a la hora de concebir.
Pero…¿qué es lo que nos dice la ciencia occidental de esto?
¿Importa
el peso? Desde luego que sí. Las variaciones de peso pueden afectar a la fertilidad. Las
variaciones de peso corporal, fuera del rango del peso normal definido como Índice
de Masa Corporal (IMC) 18,5-25, pueden afectar
a la fertilidad. The American Society for Reproductive Medicine reconoce que el
20% de los casos de infertilidad es debido a problemas de sobrepeso o bajo
peso.
La falta de grasa corporal afecta a la
fertilidad y al desarrollo del feto.
La
restricción de la ingesta de calorías tiene un efecto inmediato sobre las
hormonas de la hipófisis, que actúan sobre el ovario y una pérdida solo del 10%
de peso corporal por debajo de lo normal puede causar problemas de ovulación y reducir
la fertilidad. Las pérdidas de peso más extremas (como en la anorexia nerviosa)
pueden inhibir completamente la ovulación; desde el punto de vista de la MTC
debilitan la esencia, en ocasiones hasta un punto irrecuperable. Incluso en las
mujeres con peso normal, la falta de grasa corporal puede afectar negativamente
a la ovulación. Esto se observa en las mujeres que entrenan duramente para
eventos atléticos y deportivos, detienen la ovulación y la regla les desaparece
hasta el momento en que su régimen de ejercicio se reduce y recuperan de nuevo
la grasa corporal. En estos casos la infertilidad es el resultado de una respuesta
del organismo, el cual no podría
soportar las enormes necesidades calóricas del embarazo y la lactancia, ya que
no tiene suficiente tejido adiposo. Para algunas mujeres con poco apetito o que
tienen dificultad para comer lo suficiente puede ser necesario tonificar la
energía (Qi) de Bazo. Para las mujeres que no pueden subir de peso no importa
lo que coman, el tratamiento debe nutrir el Yin y la Esencia, enfriar el Calor
interno y calmar el Shen (mente), relajando así la actividad del sistema
nervioso simpático y favoreciendo el aumento de peso.
No
tenemos ninguna prueba que indique que el bajo índice de masa corporal afecte a
la fertilidad de los hombres de la misma manera que a las mujeres. Posiblemente esto solo ocurre en casos
muy extremos, ya que el hombre no tiene que pasar por las exigencias de un
embarazo. Hombres muy delgados con recuentos de espermatozoides pobres
padecerán probablemente deficiencia de la Esencia, de Yin y Calor, lo que
requerirá algún tiempo de tratamiento.
El exceso de grasa corporal afecta la
fertilidad y al desarrollo del feto
Los
investigadores, que han examinado el efecto de la obesidad sobre la función
placentaria en modelos animales, aconsejan a las mujeres que, a fin de
favorecer un buen funcionamiento de la placenta, bajen de peso antes de la
concepción. En los estudios se observan patrones de depósitos de grasa en las
placentas de las ratas obesas, de forma que la zona de aporte de nutrientes es
sólo la mitad del tamaño de la de una madre con peso normal, aun cuando ambas
consuman durante el embarazo la misma dieta saludable.
Desde
principios del año 2000 The American Society for Reproductive Medicine
recomiendan a las madres con sobrepeso u obesidad bajar de peso antes de la
concepción dando entre otros los siguientes argumentos:
Menor
fertilidad debido a la obesidad
- · ciclos menstruales irregulares o infrecuentes
- · aumento de la tasa de infertilidad
- · aumento en el riesgo de aborto espontaneo
- · disminuye la tasa de éxito de los tratamientos médicos de infertilidad
Complicaciones
del embarazo potenciales por sobrepeso
- · aumenta el riesgo de diabetes y/o hipertensión
- · riesgo de neonatos aumentados de peso
- · riesgo de malformaciones en el recién nacido
- · riesgo de parto por cesárea
Pero
no es sólo el exceso de peso en las mujeres lo que nos preocupa. Aunque no
todos los estudios coinciden, existe una creciente evidencia de que el exceso
de peso en los hombres también tiene un efecto negativo en la capacidad de
reproducirse; el número de
espermatozoides se reduce significativamente cuando el IMC y la grasa abdominal
aumentan. Además, los varones con sobrepeso son más propensos a sufrir
disfunción eréctil. Cuando los embriones obtenidos mediante FIV (fecundación in
vitro), de hombres con sobrepeso, se
examinaron a partir del día 4º o 5º (en los que la influencia genética paterna
entra en juego) hay evidencia de dificultades en el desarrollo. Los estudios
muestran que hay una disminución del desarrollo de los blastocitos, y un menor
índice de concepciones cuando la pareja masculina tiene sobrepeso.
Ciertamente,
hay evidencias convincentes para persuadir a ambos miembros de la pareja de
tratar de alcanzar un índice de masa corporal razonable antes de tratar de
concebir o realizar una FIV. Para adelgazar es necesario una dieta adecuada y
actividad física. Además; el tratamiento con MTC hará hincapié en la
eliminación de la Humedad y el fortalecimiento del Qi del Bazo, esto último es especialmente
importante en los casos de aquellas personas a las que “les engorda hasta el
agua”.
No
sólo hay más probabilidad de lograr un embarazo saludable, además la salud del
niño también puede verse afectada por el peso de los padres. Estudios en
ratones han demostrado que los padres obesos pueden tener hijos (especialmente
las hijas) que son propensos a la obesidad y a la resistencia a la insulina. La
obesidad puede realmente cambiar el microRNA de los espermatozoides, revelando
que la dieta de un hombre puede afectar el epigenoma de su esperma, un
mecanismo no genético para informar a la próxima generación de los cambios
ambientales.
Adelgazar es la manera más eficaz de
limpiar de disruptores endocrinos nuestro cuerpo
Otra
razón importante para bajar de peso antes de la concepción que afecta a la
fertilidad y también muy especialmente a la salud futura del bebe, es la eliminación
de sustancias tóxicas acumuladas en el cuerpo con capacidad de interferir el
funcionamiento de nuestro sistema endocrino (disruptores endocrinos).
Sustancias químicas como, pesticidas, herbicidas, metales pesados, plásticos,
conservantes, medicamentos, llegan a nosotros por diferentes vías de exposición
siendo la principal la alimenticia, especialmente la grasa animal.
Estas
sustancias conocidas como compuestos orgánicos persistentes (COPs), tienen la
propiedad de ser solubles en grasa; esta propiedad hace que el cuerpo tienda a acumularlos
en los depósitos grasos, y en órganos como el hígado y cerebro, además la
liposolubilidad de estos compuestos los hace difíciles de eliminar. Otra característica
es que se biomagnifican en la cadena trófica.
Es decir, el insecto que come la planta con pesticida puede acumular unas 100
veces más concentración de sustancia en el cuerpo de lo que contiene la planta.
El pájaro que come insectos, puede llegar a acumular una concentración 1000
veces mayor que la planta y el ser humano, que se alimenta del pájaro, podrá
llegar a acumular unas 10.000 veces más que el
pájaro. Por esto la principal,
aunque no la única, vía de exposición del ser humano es la comida. Especialmente
la grasa de la carne o de la leche de los animales criados con piensos tratados
con herbicidas y pesticidas, y los pescados, que ocupan un lugar superior en la
cadena trófica de nuestros contaminados mares, atún rojo, pez espada, tiburón,
etc.
La
mayoría de estas sustancias son disruptores endocrinos, es decir tienen la
capacidad de acoplarse en los receptores de las células para determinadas
hormonas e imitar su comportamiento o bloquearlo. Principalmente afectan al
sistema endocrino, hormonal, nervioso y de defensa. Muchos de ellos son estrogénicos,
es decir actúan como el estradiol, con lo cual tienden a entorpecer la función
sexual masculina afectando a la producción
y la calidad de los espermatozoides, y a alterar el ciclo menstrual
femenino, dificultando la ovulación, o aumentando la probabilidad de tumores
hormonodependientes en la mujer.
Pero
lo más inquietante es, cómo pueden afectar al desarrollo del feto, hasta el
cual llegan debido a la actividad del tejido graso durante el embarazo y a que
algunos de estos tóxicos tienden también a acumularse en la placenta y en el
cuerpo lúteo de los ovarios. Según muchos estudios el feto, expuesto a estas
sustancias durante una fase tan delicada de diferenciación celular puede sufrir
dificultades en el desarrollo, deformaciones, alteraciones sexuales, y mayor
probabilidad de enfermedades futuras como dificultad para reproducirse,
esterilidad, diabetes, problemas de tiroides y tumores que se podrían
manifestar a lo largo de su vida. De hecho la media de espermatozoides ha
bajado a la mitad de hace 40 años a la actualidad, y no olvidemos que estas sustancias
se acumulan de generación en generación, por lo que se plantea que sean un verdadero
problema para la capacidad reproductiva de las generaciones futuras. Después de
la exposición en el útero, el niño seguirá recibiéndolos a través de la leche
materna, después a través de los alimentos, o de los envases que los contienen.
Algunas
de estas sustancias son pesticidas organoclorados, componentes de los plásticos
como el bisfenol-A, presente hasta hace poco en los biberones de los niños, y
todavía en la mayoría de los envases de plástico para los alimentos o en el
recubrimiento interior de las latas. Otros, como los parabenos, ya se están
retirando de los productos de cosmética.
El problema es que estos productos químicos son
económicamente muy rentables, gran parte de las multinacionales que los
producen son las mismas empresas farmacéuticas que nos venden medicamentos y entre ellos los medicamentos para la fertilidad (Bayer es el principal
productor de bisfenol-A en Estados Unidos, una de las sustancias estrogénicas
más potentes que se conocen, o Novartis de atrazina, otro potente xenoestrógeno).
El resultado es que desde que los científicos comienzan a advertir del peligro
de estos contaminantes, hasta que son retirados del mercado suelen pasar unos
20 años o más. De hecho todavía se pueden detectar presencia de DDT en la
mayoría de la leche materna de las mujeres, en gran parte del planeta.
Esta
es, por tanto, otra razón más para bajar de peso si nos sobran unos kilitos
antes del embarazo, desde este punto de vista es aun más importante que la
pérdida de peso esté controlada por un profesional, que se asegure de aportarnos
todas las sustancias que necesita nuestro hígado para poder deshacerse de estas
toxinas acumuladas en nuestros tejidos grasos. Ya que sin estas, el
adelgazamiento no sería efectivo y podría sobrecargar nuestro hígado, incapaz
de eliminar toda la cantidad de tóxicos liberada por la eliminación de la grasa.
Aquí, según la Medicina China, se debería eliminar la Flema, tonificar el Bazo
y activar el flujo del Qi hepático.
Como
vemos el peso importa y es algo que va mucho más allá de una cuestión de
estética y modas caprichosas, no solo nuestra salud se puede ver resentida por
un peso inadecuado, también repercute en nuestra fertilidad y en la salud de
nuestros futuros hijos.
Gonzalo
Hernández Estrada
Especialista
en Medicina Tradicional China y Nutrición Ortomolecular.
Pasaje
Compositor Lehmberg Ruiz nº4 3-E 29007 Málaga
630922885
ghemtc@gmail.com
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