¿Meditar? ¿Qué eso? Yo no tengo tiempo para meditar.
Escucho seguido decir a algunas personas que no saben meditar, o que no tienen tiempo para ello. Les respondo que creo que la meditación es un acto espontáneo e innato en el ser humano, y ocurre fuera del tiempo. La mayoría de nosotros hemos quedado absortos, alguna vez, ante la belleza del atardecer, en la contemplación de la naturaleza en sus miles de sobrecogedoras manifestaciones, suspendidos súbitamente en el momento presente, sin realizar ningún esfuerzo y de forma fresca y natural. Casi todo el mundo puede confirmar esto, y la pregunta que surge después es ¿cómo se puede permanecer en ese estado de presencia y beatitud? La respuesta que le sigue es sencilla: Practicando. ¿Se puede practicar ser fresco y espontáneo? Por supuesto, eso es precisamente, según lo entendemos por aquí, la práctica de la meditación. Un suave apaciguarse y abrirse a lo que Es, un lugar interno desde el que volvernos naturalmente honestas, ecuánimes y creativas. Un ahondar en las profundidades de nuestro Ser, un asentarnos ahí, en el interior, para desde ahí operar en el mundo sin perdernos en él, sin perder el contacto con nosotras mismas, con nuestra esencia más íntima y genuina.
Una de las escusas más poderosas en estos tiempos para desatender la práctica, si se tenía costumbre de meditar, o para jamás iniciarla, es el ser padre o madre. Una vez que vienen al mundo estas criaturas, el tiempo se convierte en algo que nunca alcanza, ni para meditar ni para cortarse las uñas. Muchas personas sin hijos sienten también la misma premura y un sentir de carencia de tiempo, es un mal que aqueja a esta sociedad inmersa en el hacer, en el tener y en la productividad, pero cuando llegan estos pequeños seres demandantes de tanta atención, se acabo lo que se daba, ya no hay forma de parar, y desde que suena el despertador ( o el llanto lacerante de la crianza) hasta que caemos rendidos en la cama no hay tiempo más que para correr y trepidar. Con este motivo hemos organizado, con la colaboración de la Asociación MamasYoga, este breve taller de dos horas para padres y madres en apuros meditativos. En realidad, puede asistir cualquier persona adulta que conviva con la misma sensación de falta de tiempo y quiera incorporar esta práctica y algunas de sus aplicaciones a su vida cotidiana con el fin de volverse fresca y espontánea como la brisa del mar.
El Taller contendrá los siguientes contenidos:
1. El Acto Natural de la Contemplación
2. Un mirar sin memoria y sin expectativas.
3. Convertir a tus hijos (o pareja, o cualquier persona) en objeto de meditación.
4. De la conciencia individualista a la Consciencia del Alma Colectiva.
IMPORTANTE:
Este es una taller para adultos, de modo que se ruega no traer a menores de 16 años al taller.
Taller de Meditación para Madres y Padres
viernes 26 de junio
de 19.00 a 21.00
Ciudad Jardín, Málaga
(Entrada libre gratuita)
En colaboración con MAMASYOGA
Contacto:
Rafael Medina
sindicatodelamor@gmail.com
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