viernes, mayo 06, 2016

YOGA TIBETANO (Tsa Lung Trulkhor), LAS CINCO SILABAS Y MEDICINA INTEGRATIVA

Foto grupo Helio 1
Actualización: Por cuestiones organizativas se postpone la conferencia del viernes 27 de Mayo a  noviembre.           

Con la meditación como práctica fundamental, el Yoga en su diversidad de expresiones es  una filosofía y método de vida con evidentes y contrastados beneficios para la salud física, emocional, mental y por tanto social, a la vez que de profunda dimensión espiritual.  Sus  orígenes se remontan a la noche de los tiempos y sus influencias y modos de expresión diversas,  pues hay tradiciones yógicas como el  Bön del Tíbet y las  escuelas tántricas sivaitas en India, que llevan su cronología a varios miles de años antes de la Era Común y de la llegada del Veda y el Brahmanismo al subcontinente indio. La mayoría de las escuelas que hay extendidas en occidentes tienen una procedencia hindú,  con su origen en las enseñanzas  Patanjali Maharishi y los Yoga Sutras, que ha recibido influencias de otras tradiciones anteriores entre ellas y de manera importante del budismo y el Samkya. En occidentye surgen a su vez  numerosas “nuevas corrientes”, con mayor o menor vinculación a las fuentes de origen, y una multiplicidad de “estilos y formas”  la mayor parte de las veces centradas principalmente en los aspectos más físicos y gimnásticos. Aun así, hay que entender el yoga como una vía que, con denominaciones diferentes pero con idéntico significado,  se ha extendido desde la antigüedad más allá del marco geográfico de India, con abundantes préstamos entre las diversas escuelas hindúes, tibetanas y chinas, lo cual ha sido recurrente a lo largo de un dilatado periodo de tiempo. Por su marco eminentemente práctico y experiencial, la influencias de los diversos aspectos del yoga han sido investigados y contrastados exhaustivamente por la ciencia, y aplicados con evidente solvencia en la educación y en las diversas ciencia de la salud, casos de la psicología, la medicina general, psiquiatría, etc. De hecho, cuando aquí  hablamos de entrenamiento cuerpo-mente, lo hacemos en relación a las diversas herramientas que el yoga aporta en ello y de las investigaciones no sólo de la medicina y de lo que se ha venido a llamar psiconeuroendocrinología, sino y es más, incluso en el campo de la física, educación, el entrenamiento deportivo a nivel físico y mental, etc. En esta línea  y en la universidad de Las Palmas de Gran Canaria, se cuentan los estudios e investigaciones del Profesor Dr. Juan Manuel Martín en el campo de la meditacion.



          En esta necesariamente  breve introducción,  compartimos  la aportación del yoga al campo de la medicina integrativa y más concretamente al tratamiento del cáncer, basándonos en un acercamiento  elaborado por el Dr. Pedro Lara, Catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, director del Instituto Canario de Investigación del Cáncer (ICIC),  y del departamento de oncología radioterápica del Hospital Universitario Dr. Negrín de Las Palmas,   junto a la médico residente en oncología  del Hospital Insular de Las Palmas de G.C. Dra. María Hernández. El Dr. Lara  ha sido  practicante de yoga en el Centro Milarepa por mucho tiempo y este  trabajo se ha expuesto ya en tres  congresos realizados al efecto, uno en 2009, 20111 y 2015, en el marco del Congreso Internacional “Ciencia y Meditación” dirigidos por el ICIC y el Centro Milarepa y celebrados en Gran Canaria.  En estos Congresos  hemos podido desarrollar  y presentar  un avance de este trabajo, impartiendo   un programa de  entrenamiento de un año de duración en los Hospitales y Materno Insular y Dr. Negrín,  dirigido a médicos  y personal sanitario,  a efectos de que estos experimentaran los efectos de las prácticas mismas, centradas en los yogas tibetanos de la Tradición Bön ( Tsa Lung y trulkhor).


 Estamos ultimando la apertura de nuevos  grupos este 2016, en diversos proyectos y hospitales, y este trabajo será  paralelo a las intervenciones e investigaciones con pacientes oncológicos, tanto en hospitales públicos como privados de Gran Canaria.  Por su parte, el Dr. Alejandro Chaoul, facultativo del MD Anderson Cáncer Center (Houston Texas) y profesor de la Universidad de Rice-Texas, director a su vez  del Ligmincha Institut en Texas, ha finalizado en 2015  un entrenamiento intensivo de cinco años de duración  a los alumnos en Formación como profesores de Yoga del Centro Milarepa en Gran Canaria. El Dr. Chaoul  asistió  al Congreso de 2011 junto al Dr. Lorenzo Cohen, director del Departamento de Medicina Integrativa del MD Anderson e impartió conferencias sobre los efectos del Tsa lung y Trulkhor y las Cinco Sílabas, en el marco del entrenamiento e investigaciones cuerpo-mente, del Departamento de Medicina Integrativa del MD Anderson (Houston), y dirigió  una sesión específica a los médicos participantes en el grupo de yoga del Hospital Universitario Materno Insular.


             Hay que reconocer la labor de los pioneros en el entrenamiento cuerpo-mente y la aplicación del yoga al mismo, vaya desde aquí  nuestro homenaje a los mismos en el Dr. Bernard Auriol, entre otros,  psiquiatra que dedica una gran atención a la diversidad de las técnicas psicoterápicas y para quien la utilización terapéutica y personal del yoga le parece de interés capital. El Dr. Auriol ha formado parte del grupo de estudio científico creado por la Secretaria de la Juventud y de los Deportes en Francia, cuyas conclusiones contribuyen actualmente a orientar la enseñanza del yoga en su país. Ya en 1973, el Dr. Auriol afirmaba: " a nivel psicoterapeutico, el Yoga parece acelerar el progreso evolutivo permitiendo un enfrentamiento más rápido de la problemática inconsciente. Tiene por otra parte efectos específicos permitiendo a menudo disminuir la angustia, abolir el insomnio, reducir las somatizaciones (trastornos respiratorios, cardiacos, digestivos, endocrinos), mejorar la imagen del cuerpo, luchar contra la bulimia y la obesidad”. En España es significativa la presencia docente e investigadora de nuestro  querido y viejo Amigo, el  Dr. Luis de Rivera,  Catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid, participante desde sus inicios de los proyectos de medicina integrativa que hemos iniciado en Canarias desde 2008, junto a los doctores Pedro Lara, Juan Francisco Vigueras y quien esto susbribe. A este grupo se han incorporado la Dra. Patricia Cabrera, alumna del Centro Milarepa, y el Dr. Daniel López, del Hospital Universitario Dr. Negrín. El Dr. Rivera es director de estudios y tesis doctorales sobre los efectos psicoterapéuticos de la meditación, en la línea del entrenamiento cuerpo-mente que ya se estudia, aplica e investiga en las Universidades de Nueva York, Texas, Wisconsin y Harvard, en el campo de la psiconeuroendocrinoinmunología.
            Hay que resaltar la labor pionera que desde el departamento de Medicina Integrativa del MD Anderson Cáncer Center, con los doctores Cohen y Chaoul y la guía, asesoramiento y estímulo de Lama Tenzin Wangyal Rinpoché y Ligmincha Internacional. Entre otros muchos estudios y publicaciones del MD Anderson , hay que resaltar un trabajo específico de aplicación e investigación  de las Cinco Sílabas a la terapia, por un lado con enfermos de Alzheimer, y por otro  al tratamiento de mujeres con cáncer de mama, que por los efectos de la quimioterapia,  tienen trastornos  cognitivos.







YOGA PARA PACIENTES CON CANCER Y SUPERVIVIENTES:

A  lo largo del último siglo se ha investigado mucho acerca de los efectos que la práctica del yoga puede tener en la calidad de vida, la sensación de bienestar, el humor, el sueño, etc. No sólo en la población aparentemente sana, sino también en aquella con problemas de salud y más específicamente en pacientes oncológicos.
Uno de los primeros estudios publicados de yoga para el cáncer fue realizado en la India. Este primer ensayo, que disponía de un grupo control, estudió los efectos del yoga a través de 50 pacientes afectos de cáncer que seguían tratamiento con radioterapia. La intervención del yoga consistía en dos sesiones semanales de 90 minutos que se llevó  a cabo en grupos de 10-12 pacientes mediante una serie de ejercicios yógicos de relajación. Tras la terapia los pacientes valoraban si percibían o no beneficios en determinadas áreas en particular, de tal forma que  se dedujo, con respecto al grupo control,  que el yoga, de una u otra manera, incrementa el apetito, mejora el sueño y la calidad del mismo, además de suministrar un sentimiento de paz y tranquilidad en los pacientes que lo practicaban.
Es en 2004 cuando Cohen, del instituto Anderson Cáncer Center de Houston (Texas),  y sus colegas publican un estudio controlado y randomizado, acerca de los beneficios del yoga tibetano  (Tsa lung y trulkhor de la Escuela Bön), en los pacientes afectos de cáncer. Este estudio fue realizado a partir de las prácticas impartidas por el Dr. Alejandro Chaoul. La intervención consistió en 7 sesiones, 1 por semana,  que incluían 3 componentes: control de la respiración y visualización, concentración y posturas simples del yoga tibetano, que posteriormente se continuaban practicando en domicilio unas 2 veces por semana. El objetivo general del estudio era observar si a través del yoga se podía reducir el estrés y mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos.
Se tomó una muestra de 39 pacientes con linfoma en diferentes estadios (I-IV), fueron aleatoriamente asignados al grupo control o al grupo de yoga y a través de cuestionarios realizados a la semana, al mes y a los tres meses de la intervención, se valoraban el estado de ánimo,  apetito,  sueño y  la “baseline” (punto de referencia inicial para el estudio). Los resultados sugerían que la práctica del yoga  tenía beneficios al mejorar ciertos aspectos relacionados con la calidad de vida. Así, el grupo que realizaba yoga tenían de forma significativa, mejoría en la calidad del sueño comparado con los controles, tanto en cuanto al menor tiempo en dormirse como en sueños más largos y menor uso de medicamentos para dormir, aunque no mostró diferencias con respecto a la aparición de la fatiga, distrés o ansiedad.
Cohen y sus colegas rápidamente completaron un segundo trabajo de yoga tibetano en pacientes afectas de cáncer de mama, impartido por el Dr. Chaoul, que fue presentado en el encuentro anual de la Sociedad Americana de medicina Psicosomática. La intervención yógica consistió en 7 sesiones, 1 por semana, con prácticas en casa posteriores. Se tomaron 58 mujeres con estadios comprendidos entre I y III, las cuales fueron aleatoriamente asignadas al grupo de yoga vs grupo control,  casi la mitad de las participantes estaban bajo tratamiento activo en el momento de la intervención. Se valoraron aspectos diversos relacionados con la calidad de vida a la semana, al mes y a los tres meses tras la intervención.  Comparado con el grupo control, se observó que las pacientes que practicaban yoga presentaban menos síntomas generales del cáncer, pero a diferencia de lo encontrado en el primer estudio, no se observaron beneficios en lo que al sueño se refiere, ni en cuanto a la calidad de vida. Estas diferencias pueden deberse a la inclusión de diferentes tipos de tumores, al estadio en que se encuentre la enfermedad y al porcentaje de pacientes en tratamiento activo. 
Para poner aún más a prueba la creencia de que el yoga beneficia a los pacientes con cáncer, los investigadores han firmado recientemente un acuerdo para colaborar con Swami Vivekananda Yoga Anusandhana Samsthana (SVYASA Research Foundation) en Bangalore, India. La mayor fundación para la investigación de la terapia con yoga en la India (Health Home Arogyadhama) ha realizado extensas investigaciones sobre los efectos del yoga en personas sanas, personas con diferentes dolencias y enfermos de cáncer.
En colaboración con estos científicos, el Dr. Cohen completó recientemente un estudio sobre los efectos de Hatha yoga, en 62 pacientes con cáncer de mama sometidas a radioterapia.  En un resumen presentado en la reunión anual de la Society for Integrative Oncology (Sociedad de Oncología Integrativa) los investigadores indican que encontraron mejor funcionamiento físico y salud en general y menor disfunción diurna por falta de sueño entre las mujeres que practican Hatha yoga que las del grupo de control. Las mujeres del grupo de yoga practicaban dos veces a la semana durante el tratamiento. El National Cancer Institute (NCI, Instituto Nacional del Cáncer) está financiando un ensayo clínico más grande de este estudio.
Un tercer estudio controlado y randomizado de yoga para pacientes afectos de cáncer fue publicado en la revista yoga journal y se trataba de una intevención de 75 minutos semanal  a lo largo de 7 semanas de Hatha yoga.  La muestra constó de 38 participantes aleatoriamente asignados al grupo de intervención o al grupo control. La muestra incluía un grupo mixto de supervivientes del cáncer (primordialmente de cáncer de mama)  como mínimo, 3 meses de finalización de tratamiento. Las participantes completaron escalas de ánimo, estrés, calidad de vida y actividad física antes e inmediatamente después de la intervención. Peso y función física (flexibilidad, ejercicios manuales de precisión y 6 minutos caminando) también fueron añadidos. Los resultados declaraban que no había diferencias significativas entre el grupo control y el grupo de yoga previo a la intervención. En el grupo pos intervención se evidenció un menor nivel de estrés y deterioro del estado de ánimo y mayores niveles, en general, de calidad de vida  y también un aumento del dolor como consecuencia de una mayor percepción del estado físico, los participantes del grupo de yoga pasaban el test de caminar 6 minutos con mejores condiciones cardiocirculatorias y tenían mayor peso corporal. No existían diferencias entre escales de fatiga, alteración del sueño, función cognitiva o actividad física, por tanto, se concluyó que en el grupo de yoga existía 2 diferencias claras con respecto a antes y después de la intervención, por una parte tenían menos síntomas cardiopulmonares relacionados con el estrés y por otra el aumento de la distancia caminada. Resultados que sugieren que el yoga aporta beneficios ante dichos síntomas cardiopulmonares y algunos aspectos  de la función física, los aspectos relacionados con la calidad de vida requerían de una escala más cuidada.
Un pequeño estudio piloto también desarrollado por los mismos investigadores trataba de evaluar los efectos del yoga en los niveles de hormonas del estrés, a través de la medida de cortisol en saliva, y valorar la calidad de vida, estado de ánimo tras la intervención. Los resultados indicaban que en el grupo de yoga disfrutaba significativamente de una mejor calidad de vida y menor alteración del estado de ánimo que el grupo control, no hubo diferencias en cuanto a las cifras de cortisol, tal vez por problemas de la muestra o de medida.
Un estudio realizado por Moadel y sus colegas, examinaba los efectos del yoga en pacientes afectas de cáncer de mama. Consistía en una intervención de Hatha yoga, en sesiones de 90 minutos semanales durante 12 semanas y posteriormente prácticas domiciliarias a través de un CD. La muestra incluía mujeres afectas de cáncer de mama en estadíos I al III pos tratamiento y fueron aleatoriamente asignados al grupo de yoga o al grupo control. Las participantes rellenaron escalas  de calidad de vida, neurotoxicidad, fatiga, estado basal y estado espiritual. Aunque la adherencia a la intervención obtuvo una asistencia media de 5 clases (predictores de esta adherencia fueron la quimioterapia y el bienestar emocional). Los resultados delataron un incremento significativo de los síntomas del SNC en pacientes del grupo control, y disminución del bienestar social con respecto al grupo de yoga, el cual, con una mínima intervención de al menos 3 clases ya se beneficiaban de menor estado de estrés.
Muchos estudios realizados en personas sanas dan a conocer beneficios del yoga sobre la actitud ante situaciones estresantes, control de la ansiedad, mejor estado anímico y mejor tono muscular y energía física  en general.

En todo momento, el estímulo de Tenzin Wangyal Rinpoche y la generosidad e implicación del Dr. Chaoul han sido permanentes, facilitando que  este conocimiento y prácticas tan ancestrales y al mismo tiempo actuales, permitan   que muchas   personas accedan y se beneficien de las mismas. El Centro Milarepa es el vehículo  que sostiene en Canarias, por su trayectoria e  íntima relación con  Ligmincha International, alma e inspiración del programa cuerpo-mente del MD Anderson Cáncer Center en Houston (Texas), que estas enseñanzas,  metodología y vinculo  lleguen a España y se proyecten, junto al Instituto Canario de Investigación del Cancer y con la dirección del Dr. Lara, en la puesta en marcha  de un próximo  Servicio de Medicina Integrativa en Canarias . Estamos seguros que  será de gran  beneficio para muchas personas.

Muy cordialmente

Alejandro Torrealba
Sexólogo
Director del Centro Milarepa
Director de Ligmincha España
Instructor  de Ligmincha International


*Alejandro Torrealba impartirá un curso en Málaga sobre Yoga Tibetano los  días. 28 y 29 de Mayo, en Yogasala.
El día 27 de Mayo impartirá una conferencia titulada " Dzogchen, meditación en la vida cotidiana",  en el Centro de Recursos Participativos de Málaga.

Más información: www.ligmincha.es

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